Publicamos el artículo de opinión de Rubén Mesa sobre la nueva derrota del Club Deportivo Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López.
En la tarde del pasado sábado se llevaba a cabo, en el estadio blanquiazul, el partido de la jornada 11 del grupo 1 de la Primera Federación, donde se enfrentaba el Club Deportivo Tenerife y el Bilbao Athletic B, dos equipos que llegaban en dos rachas muy distintas. El Tenerife con buenas sensaciones y dejando atrás la mala racha de resultados después de haber ganado en el campo del Ferrol y dado un golpe sobre la mesa, y el Bilbao Athletic, que llegaba a la isla con muy mala racha, más de un mes y medio sin ganar y en los puestos bajos de la clasificación. Pero lo bonito de esta categoría es que puede pasar cualquier cosa en cualquier partido.
En la primera parte vimos a un Tenerife que le costaba mucho realizar su juego, ya que el equipo vasco proponía un juego muy directo, muy rápido, de área a área, lo que propiciaba aprovechar los huecos de la defensa local y al medio campo del Tenerife le costaba mucho ajustar para que el equipo vasco no le hiciera daño con las contras, ya que llegaba muy rápido al área de Dani Martín . Con el paso de los minutos el rival tuvo algunas jugadas para poder adelantarse en el marcador, pero el equipo tinerfeño supo defenderlas con claridad.
Eso sirvió para que el Tenerife se despertara, se metiera en el partido y poco a poco fuera mejorando, ya que tuvo algunas ocasiones claras para irse con ventaja al marcador. En una de las jugadas más dudosas y que fue rearbitrada de muy mala manera, al Tenerife le anularon un gol por posible falta de César Álvarez. Bajo mi juicio, está muy mal anulada, ya que no hay falta, porque van los dos jugadores a por la pelota y eso no es falta, ya que si tropiezan el uno con el otro, se debería dejar que la jugada sea como es, una carga legal de toda la vida, pero el colegiado no lo vio así y anuló el gol.
Después de eso, Álvaro Cervera, que no estaba contento con la decisión del árbitro, utilizó una de las dos revisiones que tienen los entrenadores, y aún así el árbitro lo vio claro, por lo que perdimos una de las dos revisiones para lo que restaba de partido.
El Tenerife fue mejorando con el paso de los minutos y se marchó al descanso con mejores sensaciones que al inicio de la primera mitad, pero en el marcador continuaba la igualada.
En la segunda parte continuaba el partido muy igualado y muy difícil de abrir la lata Los locales poco a poco fueron mejorando e intentando que su fútbol fuera más claro, pero le costaba ser eficaz con su juego, que era muy espeso y con muy pocas jugadas de gol. Se disparó en muy pocas ocasiones a puerta y eso le hacía ser poco eficaz, ya que las cosas no iban por buen puerto.
Desde el banquillo local se realizó un triple cambio, modificando las bandas y la delantera, cosa que no salió bien, ya que al poco de realizar el cambio, en un fallo de Enric Gallego, el equipo vasco lo aprovechaba para adelantarse en el marcador.
A partir de ahí, el Tenerife, con más corazón que cabeza, no hacía más que intentarlo. Intentaba generar un fútbol más rápido, abriendo el juego por las bandas y con buenos pases. Buscaban llegar lo más pronto posible al área contraria. Incluso se tuvo una clara ocasión que desbarató el portero vasco con una gran parada. El Tenerife pudo empatarlo, pero con un juego espeso, con dificultades, con muy poca fluidez en su fútbol, sin hacer mucho daño a un equipo que estuvo muy bien replegado durante todo el partido y que fue justo merecedor de llevarse la victoria
Se demostró que los dos últimos equipos que visitaron el Heliodoro estando en zona baja no eran lo malos que decía la clasificación, llevándose la victoria de un estadio que debería ser un fortín. Lo más curioso de esta temporada es que al Tenerife se le da mejor los equipos de arriba que los de abajo.
Lo único positivo que se podía sacar de este gris y difícil partido es que gracias al colchón de haber ganado la pasada semana en campo del Ferrol, continuábamos líder, pero hay que tener cuidado porque tanto el Celta B, que se coloca un punto, como el Racing de Ferrol, están ahí. Toca ganarle al Celta B para evitar más disgustos.
