La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha aprobado este jueves un convenio con la Federación de Vela Latina Canaria de Botes para el proyecto ‘Achicando el Bote’ destinado a incentivar la cultura de mar y el desarrollo de acciones de promoción de este deporte tradicional, cuyas regatas se celebran en la bahía de la capital.
El convenio recoge la concesión de 15.000 de los 30.000 euros del presupuesto del proyecto -la cantidad restante la aporta la propia federación-, que pretende dar a conocer entre la población de la ciudad esta modalidad deportiva. Una encuesta realizada por la Concejalía de Ciudad de Mar, que dirige el concejal Pedro Quevedo, revela que sólo el 48% de los jóvenes de 11 a 19 años conocen la vela latina canaria.
El objetivo es promover el desarrollo y conservación de la cultura de mar ligada a la vela latina canaria, reconocida como Bien de Interés Cultural; promover la realización de actividades de difusión, conocimiento y bautizos de mar ligados a este deporte, y abrir las instalaciones a toda la ciudad para facilitar actividades náuticas que generen sinergias con otras regatas.
El proyecto busca, además, proyectar la imagen exterior de la ciudad a través de la cooperación en la organización de regatas nacionales e internacionales que contribuyan al desarrollo sostenible de Las Palmas de Gran Canaria y a la promoción de la vela latina canaria. Asimismo, fomenta la puesta en valor de los activos intangibles de este deporte como motor de generación de empleo vinculado al sector náutico y a la economía local.
Este deporte tradicional se practica exclusivamente en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria, con unas características únicas que lo diferencian del resto de modalidades existentes en el archipiélago. Su origen se remonta a finales del siglo XIX y, al igual que otras disciplinas de vela, consiste en completar un recorrido en el menor tiempo posible. A diferencia de la vela ligera, el circuito siempre es el mismo y se navega contra el viento, lo que se denomina en ceñida, desarrollándose las regatas de sur a norte debido a las condiciones meteorológicas de la zona.
La tripulación actúa como un equipo perfectamente coordinado, donde cada miembro desempeña funciones específicas con el objetivo de sacar el máximo rendimiento a la embarcación, manteniéndola plana, estable y a buena velocidad. El aparejo utilizado es de origen latino, lo que da nombre al deporte, y se caracteriza, entre otros aspectos, por el gran tamaño de su vela.
La práctica de la vela latina canaria está estrechamente ligada a un valioso patrimonio intangible, sustentado en técnicas y conocimientos de navegación tradicionales. A ello se suman oficios vinculados a su desarrollo, como el de los carpinteros de ribera, con una larga trayectoria en la costa de la ciudad, especialmente en el Puerto. Este oficio artesanal, sin embargo, atraviesa una situación de escaso conocimiento y práctica reducida, lo que podría poner en riesgo su continuidad.