El equipo tinerfeño se impuso (60-80) a la Penya y se mete en semifinales de Liga Endesa por segunda vez en su historia. Se verá las caras con el Valencia Basket en la siguiente ronda.
La Laguna Tenerife tumbó este miércoles tarde a domicilio al Joventut (60-80) y selló su billete por la vía rápida a las semifinales de la Liga Endesa (2-0) por segunda vez en su historia. Un enorme trabajo colectivo, cimentado en una sólida defensa, y liderado en ataque por Bruno Fitipaldo (23 puntos y 26 de valoración), con un tercer cuarto letal, permitieron a los aurinegros sacar adelante un duro desafío para colarse en el Top 4 de la ACB.
El grupo de Txus Vidorreta se sobrepuso a la baja de Marcelinho Huertas, que no viajó a tierras catalanas por un golpe sufrido en el partido del lunes y a la ya consabida de Fran Guerra, con un ejercicio sobresaliente de fortaleza mental, física y táctica para derribar el muro de Badalona, el mismo que se le había resistido en las últimas nueve visitas entre fase regular y playoff.
El pulso nació con Dotson y Grazulis muy acertados por parte de los anfitriones (12-7); si bien los aurinegros respondieron con entereza y fueron a más con el paso de los minutos. La irrupción de la segunda unidad, con nueve puntos consecutivos de Aaron Doornekamp, permitió al Canarias coger las riendas en el electrónico (14-22); castigando las pérdidas locales y aprovechando los errores verdinegros desde más allá del arco (1/8 de inicio).
La Laguna Tenerife trató de mantener el listón (23-28, 29-33), pero la Penya dio un paso al frente, coincidiendo primero con el regreso a pista de un Dotson muy vertical y, después, con cinco puntos consecutivos de Pau Ribas, para cimentar un parcial de 8-0 (37-33). Bruno Fitipaldo minimizó daños antes del descanso y los insulares se fueron a la pausa uno abajo (38-37).
Tras el paso por vestuarios, el uruguayo fue clave para romper el partido casi de manera definitiva. Con los incombustibles Gio, Tim y Aaron cerrando muy bien el rebote, Bruno protagonizó un parcial de 0-7 (42-53), que sembró la incertidumbre en la grada y metió en serios aprietos a un Joventut bien maniatado por la defensa insular.
Los tinerfeños, que llevaron el choque a su trinchera para imponer el ritmo que más convenía a sus intereses y eclipsar las virtudes del rival, estiraron su renta hasta los trece puntos (48-61), aunque aún tendrían que redoblar esfuerzos para sofocar la lógica reacción de los locales.
Ante Tomic lideró el arreón de los suyos al inicio del último cuarto, con un 8-0 de por medio (56-61) y el Canarias se tiró hasta cinco minutos sin anotar. Pese a todo, no perdió los nervios, mantuvo el temple y dio el zarpazo definitivo cuando más falta hacía.
Dos libres de Jaime Fernández y un triple posterior de Tim Abromaitis (56-66) dieron resuello a los aurinegros, que a partir de ahí manejaron muy bien sus bazas y acabaron ampliando su renta hasta el 60-80 definitivo, en un nuevo acto de carácter y calidad. Un triunfo de muchísimo mérito que supone el billete para semifinales, un hito mas en una temporada inolvidable de los tinerfeños.