El entrenador del CD Tenerife realizó autocrítica antes de visitar al Barakaldo, destacando que la Primera RFEF se gana «más con esfuerzo y trabajo que con talento».
El CD Tenerife afronta este viernes (20:15, hora canaria) su visita al Barakaldo con el objetivo de reaccionar tras la derrota ante Unionistas. En la previa, Álvaro Cervera ofreció un discurso autocrítico, reconociendo errores en el planteamiento del último encuentro y llamando a recuperar la solidez defensiva que había caracterizado al equipo.
«Me equivoqué haciendo un equipo corto, en una categoría donde el talento no decide tantos partidos como en otras divisiones. Aquí se gana más con el esfuerzo y el trabajo. Por querer atacar mejor, defendimos muy mal. En un partido nos han metido los mismos goles que en todos los anteriores», afirmó el técnico blanquiazul.
Aún así, el preparador blanquiazul quiso poner el valor el gran inicio de temporada de sus jugadores: «Hemos ganado mucho y hay que valorar eso. La derrota fue un aviso, no un problema».
Cervera aclaró, sin embargo, que mantiene la confianza plena en el grupo: «Si pensara que el equipo se ha caído, haría cuatro cambios. Todavía no lo tengo decidido, pero no habrá muchos cambios tras haber ganado seis partidos y perdido uno. Debemos pensar en que hemos ganado mucho, no en que hemos perdido uno».
El entrenador explicó que su principal preocupación pasa por recuperar la profundidad y el equilibrio: «No concibo un equipo sin profundidad. La gran equivocación mía del otro día fue no dotar al equipo de jugadores profundos. Hay que ponerlos, y ahí está el problema para el rival, pero también para nosotros cuando nos atacan».
Sobre el uso de dos delanteros, Cervera fue claro: «La sustitución de Enric no fue por la racha de Jesús, sino porque no preveo a principios de Liga un jugador con la edad de Enric jugando todos los 90 minutos. Lo del otro día no lo achaco a los dos delanteros, sino a otros motivos. Puede que mañana no salga con dos delanteros natos, pero no sería por lo del otro día».
También valoró el momento anímico del vestuario: «Vivimos en un club donde la exigencia es máxima. La derrota sienta muy mal, aunque hayas ganado seis anteriormente. Nosotros debemos darles tranquilidad. Hay que ver qué hace el equipo después de perder, ya que tras ganar ya lo sabemos».
Por último, el técnico reconoció que habrá rotaciones durante la exigente semana que se viene por delante, con los viajes, primero a Alcalá para jugar la Copa del Rey y después la salida a Ferrol en liga: «Seguro que aparecerán jugadores que lo han hecho menos. Es importante pasar eliminatorias, pero también dar descanso y ver competir a futbolistas que han tenido pocos minutos».
