El equipo de Álvaro Cervera firma en Pasarón su tercera victoria seguida, vuelve a dejar la portería a cero y se confirma como líder sólido e incontestable del arranque liguero.
Tres partidos, tres victorias, siete goles a favor, cero en contra. Ningún otro equipo en los dos grupos de la Primera Federación puede presumir de esos números. El CD Tenerife no solo gana, impone su ley. Y en Pasarón volvió a hacerlo, sin excesos ni adornos, pero con una autoridad que empieza a marcar distancias en este inicio de liga.
El Tenerife fue de menos a más. David Rodríguez salvó bajo palos el único susto serio tras un disparo de Dani Selma, pero a partir de ahí el dominio fue claro. En el 29′, un gran balón de Aitor Sanz al segundo palo encontró la fe de Alassan que en un gran esfuerzo consiguió dejar el esférico atrás para que De Miguel hiciera su tercer gol de la temporada.
En la segunda mitad, el Pontevedra apretó durante un tramo, pero el conjunto insular volvió a sacar a relucir su superioridad colectiva. El 0-2 llegó tras un córner que peinó De Miguel y remató Landázuri llegando desde atrás.
Y es que el Tenerife no solo gana partidos, controla guiones. Lo que dibuja Cervera en la pizarra se ejecuta con precisión sobre el césped: líneas juntas, solidaridad táctica, eficacia en las áreas y decisiones acertadas.
Dani Martín, con una gran parada en el 91’ a remate de Compa, dejó otra vez su portería imbatida. Son ya tres partidos sin encajar.
No solo en Pontevedra mostraba el Tenerife su contundencia. A la misma hora, en Guadalajara, Salifo -cedido por el CD Tenerife- marcaba un doblete a Unionistas. Quizás una anécdota fruto de la casualidad, pero una muestra en toda regla de la superioridad que está demostrando el Tenerife en el inicio de competición.
Un arranque perfecto, con cifras que no admiten discusión y un equipo que transmite seguridad en cada línea. El Tenerife no solo lidera la clasificación, marca el paso de la categoría.